Semana 64 / 111 Enero de 2013
Directora
Alba Hoyos Botero
Colaboradora
Myberose
Colaboradora Estudiantil
Antonia Posada Sánchez
Enlaces
http://sashamisabueso2012.blogspot.com/
EL "CEREBRO" DE INTERNET PARA
AMÉRICA LATINA
http://elcomercio.pe/actualidad/1529868/noticia-cerebro-internet-america-latina
Cuando manda un correo desde América
Latina, es probable que antes pase por Miami.
BBC Mundo tuvo acceso al búnker donde se distribuye buena parte de nuestra
información digital
Ubicado en el centro de Miami, fue diseñado para soportar huracanes de
categoría 5.
¿Sabía usted que cuando envía un correo electrónico desde América
Latina es probable que éste pase por un fortín en Miami antes
de seguir el viaje hacia su destino final?
Esta ciudad estadounidense, un lugar de paso para tantas personas y
mercancías, también lo es para nuestra información digital: por el sur del
estado de Florida llegan varios de los cables submarinos que vinculan a la
región con el resto del mundo.
Por eso, en el centro de Miami está ubicado un gigantesco cubo de
concreto a donde llega la información que luego debe ser redirigida.
Se trata del Network Access Point of the Americas (NAP, por sus siglas
en inglés), uno de los centros de procesamiento de datos más grandes del mundo,
con más de 66.000 metros cuadrados capaces de soportar huracanes de categoría
cinco.
Es, en pocas palabras, uno de los cerebros de Internet,
un centro que facilita todas las actividades que hacemos cuando nos conectamos
desde nuestro computador, como dice Douglas Alger, autor de The Art of the Data Center .
Y aunque las medidas de seguridad son altísimas y el ingreso está
estrictamente controlado, BBC Mundo tuvo acceso a este cerebro para
describirles cómo funciona por dentro.
AEROPUERTO INTERNACIONAL
Imagínense por un momento que el NAP de las Américas no es un lugar
lleno de cables y computadores con luces titilantes, sino un aeropuerto
internacional.
Por acá no pasan pasajeros con exceso de equipaje sino e-mails o pesados
archivos adjuntos, y no hay aviones sino unidades portadoras de datos.
También hay seguridad, pero no sólo guardias y máquinas de rayos equis,
sino también firewalls (cortafuegos) y otros dispositivos para detectar y
protegerse de intrusiones.
El centro tiene un equipo de expertos sentado frente a al menos 12
pantallas gigantes que registran la información que permite mantener la
seguridad de este cubo digital: desde la lista de más buscados del FBI hasta
las predicciones sobre el clima y canales de noticias 24 horas.
Eso es, en esencia, el NAP de las Américas: un gran aeropuerto por donde
pasa el 90% del tráfico de Sudamérica y Centroamérica, según le dijo a BBC
Mundo Ben Stewart, el vicepresidente de ingeniería de instalaciones del NAP.
“Muchas personas no entienden lo que es la Internet.
Creen que es algo muy complejo, pero en realidad es algo muy simple. Es muy
real y tangible”, dice Stewart mientras recorre este centro, que él define como
“un parque infantil para ingenieros”.
EL CORAZÓN
Como buen parque infantil, el NAP está lleno de colores.
Aunque, en esencia, es sólo un puñado de cables, conexiones y
servidores, estos están diseñados de tal manera que el lugar no tiene el
aspecto lúgubre de una bodega.
El corazón de ese parque infantil es lo que en inglés se conoce como el
“peering room”.
Se trata de un recinto en el segundo piso del edificio donde se conectan
las redes de Internet para que los clientes de cada una de ellas
intercambien su información.
Por las conexiones del centro fluyen 18 ó 19 gigabits por segundo, según
Stewart, lo que equivaldría a unas 36.000 canciones por segundo.
El NAP, a diferencia de otros centros de procesamiento de datos, tiene
como función principal alquilar los equipos a terceros en su propio espacio
físico para que ellos intercambien información por su cuenta.
Por eso acá confluyen entidades y proveedores tan distintos como el
restaurante Subway, la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y algunas
agencias gubernamentales estadounidenses que tienen influencia en América
Latina.
Y por esa información tan sensible y variada, la seguridad es tan alta:
no se permite la entrada de cámaras y otros equipos electrónicos y, por
ejemplo, para ingresar al tercer piso, donde se manejan los datos clasificados
del gobierno de Estados Unidos, hay que ser estadounidense y se debe contar con
un permiso especial.
“Para nuestros clientes, el principal atractivo es el tiempo de
funcionamiento. Si usted tiene una compañía de Internet,
si tiene un local o necesita transmitir video, necesita estar en un sitio que
no vaya a colapsar”, dice Stewart.
Así, las paredes del NAP están reforzadas con concreto de 18
centímetros, el edificio no tiene ventanas y está ubicado en una de las partes
más altas de Miami. Además, las antenas satélitales en su techo están cubiertas
para que nadie pueda determinar hacia donde están apuntando.
RIESGOS
¿Pero qué pasa si llega un huracán como Andrew, que arrasó
inesperadamente el sur de la Florida en 1992? ¿Se caería Internet en
América Latina?
Ben Stewart dice que la respuesta es no. Y agrega que la razón es que la Internet se
arregla por sí misma.
Según este ingeniero, si el NAP de Miami dejara de funcionar, también
dejaría de enviar las señales que indican que está recibiendo información. Los
routers (enrutadores) dejarían, por tanto, de enviar datos por esa ruta y
buscarían una distinta.
Los usuarios podrían sentir que la información se tarda más de lo normal
por los caminos alternos que ésta tendría que tomar, pero eventualmente
llegaría a su destino.
“Así nos aseguramos de que las comunicaciones de Internet nunca
fallen, incluso si colapsa el NAP de Miami (¡Que no va a pasar!)”.
Así demuestra Ben Stewart su confianza en su jardín infantil, en su aeropuerto,
en este cerebro por el que pasa buena parte de la información neurálgica que
consumimos día a día.
LA TEMPERATURA AUMENTARÍA EN 5°C PARA EL AÑO 2100
Así
lo afirmaron miembros de un comité de investigadores en Estados Unidos. Esto provocaría que el nivel del mar
crezca en 1,22 metros
Las olas de calor son cada vez más recurrentes en territorio
estadounidense. (Foto: AP)
Si el gobierno de Estados Unidos no establece medidas rápidas y
concretas para frenar el calentamiento global, la temperatura mundial podría subir hasta cinco grados Celsius en 2100,
según el Comité Federal de Expertos del Clima, grupo integrado por 240
científicos expertos en la materia.
Desde 1895 hasta nuestros días, la temperatura aumentó 0,8 grados. Sin
embargo, el 80% del incremento se registró a partir de 1980. Si el gobierno
cumple las metas planteadas recientemente, la temperatura crecería 2,7 grados
para finales de siglo. Caso contrario, el aumento sería de 5 grados.
“Hay claros indicios que demuestran el impacto de las actividades
humanas en el clima. Esto provocó que el riesgo de sufrir olas de calor se haya
duplicado”, sostuvieron los
investigadores a la agencia AFP.
Además de incidir en la aparición cada vez más frecuente de desastres
naturales y temperaturas extremas, los gases de efecto invernadero son la
principal causa del deshielo del Ártico. En menos de cien años, el nivel de los
océanos subiría 1,22 metros, poniendo en riesgo directo a más de 6
millones de personas, tan solo en Estados Unidos.
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